Shit happens

Hoy mismo me estaban diciendo que debería salir; con todo y dolor de estómago decidí hacer caso. Muy juicioso no tomé nada porque estaba manejando. Todo bien hasta que adelanté a un carro que estaba parqueado bloqueándome para girar a la derecha en la 95 (trataba de coger la 11). Pues la conductora del carro parqueado me ha echado el carro encima y zafó el guardabarros trasero. Me he bajado a ver y como no vi ninguna lata abollada me tranquilicé. La señorita ni siquiera se dignó bajar de su carro, supongo que mi cara no le hizo mucha gracia... en ese momento yo pensaba que la culpa era mía, tal vez giré muy cerrado y la había tocado yo, pero no, por un comentario de ella me di cuenta que la culpa era suya. Total que ni pase llevaba encima y cuando le dije que llamáramos a la policía (ella muy prudente ya había echado reversa) dijo que mejor dejáramos así. La verdad yo me alegré porque el carro de ella sí que va a necesitar pintura y latas, entonces, analizando la situación en los 30 segundos que duró todo, supuse que me salía barato y que era mejor irme antes de que se bajara y viera como quedó su carro.

Me tocó aguantarme la cara de puño del borracho de mi amigo, que suponía que le había estropeado su hermosísimo carro; no importaba en ese momento que le hubiera dicho miles de veces que mejor dejaba el carro en su casa y salíamos en taxi. Me tocó aguantarme la terquedad de él porque lo dejara manejar (ni loco) y por último me tocó aguantarme el mal olor del taxi que me trajo hasta mi casa.

Y bien que estaba en mi casita, por salir un rato va y me pasa esta. Igual, es seguro que encerrándome en la casa jamás pasa nada. Supongo que esto es algo así como un 1-1.

Tal vez no tenga trabajo permanente y bien pago, de seguro por la falta de un diploma. Tampoco tengo novia y los amigos son bien pocos (e imprescindibles), además mi familia vive muy lejos; no tengo carro ni casa ni nada de eso que se supone debería tener a mi edad.

Tampoco es que me considere afortunado de mi situación: sé bien que podría estar mucho mejor, pero también mucho peor.