Lo tristemente trágico del tiempo es que uno va perdiendo la capacidad de querer; la nostalgia nos vence, nos alcanza, y cuando uno se da cuenta las defensas han sido tan débiles que lo mejor es aceptar la derrota.
Ya no soy tan despistado como antes.
3 Comments:
bueno,tampoco hay queser tan pesimistas,hombre, vea que sus fotos del comentario anterior me alegraron un resto. se parece a una caida de un trece piso siendo un gato.
Siquiera lo alegraron. Gracias por el comentario
cuando la derrota es intrinsica es imposible vencerla, el cuerpo ya no reacciona como antes, y solo queda esperar...
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